Un viaje al mundo indígena en tiempos de la Santa María del Buen Ayre

Tres escritoras porteñas realizaron en el 2006 una novela que rescata una de las etapas menos divulgadas de la historia de Buenos Aires."Aguas de Puma" narra la historia de La Maldonada, una española que eligió irse del fuerte fundado por el conquistador Pedro de Mendoza, y -según este libro- se une a los originarios. A partir de la experiencia de la protagonista, la novela se adentra en el mundo de los pueblos querandí, chaná y guaraní, en un momento en el que europeos e indígenas estaban en guerra.



Una batalla entre españoles y querandíes, reproducido por Ulrico Schmidil

"Si algo nos enseñó el libro es que las cosas tienen su propio tiempo y su

propia dinámica, que te llevan por un río desconocido", dice Estela María

Martínez Luna. Y es que la idea inicial de ella -junto a Ana María Zetina y

Luisa de la María- era escribir algún mito griego que hablara de lo "esencial",

apuntando al público joven, pero la iniciativa fue mutando. Se superó la meta

original, convirtiendo a "Agua de Puma" en un material imprescindible para las

personas de distintas generaciones que buscan recuperar un poco la memoria

olvidada de Buenos Aires.

Según cuenta Ana María Zetina, la idea inicial fue abandonada porque "si hay

tanto ya dicho sobre los griegos, porqué no decimos algo sobre nosotros. Ahí

empezó el libro, desde los mitos de los pueblos originarios". Luego focalizaron

en un territorio: tenía que ser una historia de Buenos Aires: "Donde vivimos

nosotras", remarca Estela. Y agrega: "El libro para mi fue una movilización

interna impresionante, porque los dioses griegos eran un lugar conocido para

las tres, pero de Buenos Aires la idea era que está todo perdido".

Rastreando los orígenes de Buenos Aires, las autoras eligieron centrarse en la

primera fundación de Pedro de Mendoza en 1536. Pero desde la visión de una

española que se aventuró en ese mundo desconocido y, según el cronista Ruy Díaz

de Guzmán, fue protegida por tres pumas cuando los conquistadores quisieron

quitarle su vida como castigo por haberse ido sin permiso. En 1541, los

europeos debieron abandonar Buenos Aires entre otros motivos por la resistencia

de "una confederación de naciones indígenas", según las crónicas españoles.

Estela explica que los conquistadores mataban a los hombres y se casaban con

las mujeres nativas, que son las que crean al mestizo. Sin embargo, en"Aguas de

Puma" la española se junta con un indígena querandí, Bagual, con el que tiene

un hijo. "Nos atrajo planear esa otra historia, porque cambiábamos los roles",

agrega Ana María.

En el libro aparece la figura de un querandí traidor que inicialmente se iba a

llamar Calacúa, pero ese nombre correspondía a un cacique importante "que no

había tenido nada de traidor", cuenta Estela. "Su espíritu no iba a estar

tranquilo. Pensamos: qué bueno sería saber cómo se decía traidor en el idioma

de ellos, lástima que se perdió el idioma. Al día siguiente, apareció el

vocabulario donde estaba la frase "Codí codí guahiph gomalat (traidor, traidor,

es necesario matarlo)". "Fue justo un día después", remarca."Viste cuando decís

'Calacúa nos está mandando esa información', ¿cómo se explica?".


Foto de Georgina García, 2007

Las autoras remarcan que Ruy Díaz de Guzmán es "el primer cronista mestizo del

Río de la Plata, abarcando desde Paraguay a lo que hoy es Argentina". "Era

nieto de Irala, y su madre es hija de Irala con una guaraní", cuenta Estela. En

su libro "La Argentina", este cronista recupera diversos sucesos. "Hay tres

episodios que no se comprueban históricamente y quedan en un territorio casi

mítico: La Maldonada, Lucía Miranda (una historia lindísima con dos caciques

Timbúes) y las Amazonas", agrega Estela. "Son las únicas tres menciones a

mujeres", destaca.

Para Estela, Buenos Aires genera un primer efecto de fascinación y después una

terrible decepción. Un sentimiento similar al que tuvieron aquellos primeros

europeos, que fueron resistidos por los pueblos originarios. Pero la

protagonista de la novela elige adentrarse a ese mundo peligroso que genera

desazón, y es en ese proceso muchos lectores del libro se sienten

identificados. "Muchos dicen' a mi me está pasando lo mismo que a esta mujer.

Se ve que es así, que al leerlo permite también integrar aspectos de sí mismos

que estaban discordantes o fragmentados. En eso tiene un valor curativo el

libro", afirma Ana María.

"Aguas de Puma" quiebra con algunos cánones, como el uso de citas al pie con

referencias históricas en una novela, además fue escrito por tres personas "con

una lógica comunitaria", lo que increíblemente les impidió participar de

concursos. Todavía está vigente la primera edición, con una tirada de mil

ejemplares, y está siendo utilizado en diversas escuelas como material de

estudio.

Si bien las autoras no tienen planes de hacer otro libro que sea continuidad de

"Aguas de Puma", hay algunas ideas que quedaron pendientes: hacer una versión

en historieta, en dibujo animado o incluso hacerlo televisivo a través de

capítulos. La ausencia de estas historias en el cine nacional es otro de los

ejes de la charla. "Se sigue buscando el sueño de la Perla del Plata, la

pequeña París, toda esa cosa armada tan ficticia. Nadie ve la riqueza de lo

autóctono, de lo local", observa Estela.

¿Existió realmente La Maldonada? "Probablemente haya existido algo, pero lo que

importa es lo mítico que hay atrás, el mensaje más de fondo. Porque si nos

centramos en cómo fue el hecho concreto, entramos en el área de los

historiadores y su análisis a ultranza que rompe con lo vivo que tiene la

historia", enfatiza Estela.

Una respuesta similar se obtiene cuando se le pregunta sobre qué hay cierto en

aquello de que el actual arroyo Maldonado tomaría su nombre de la leyenda de La

Maldonada. "Si simbólicamente tiene que ver con esta historia, deja que eso

genere sus efectos en la gente viva. Esto es lo que yo veo que tiene la

historia, el impacto en los vivos. Sino hubiera un ser humano no existe

historia, si no hay alguien que la pueda sentir e incorporar a su ser, no tiene

sentido", manifiesta Estela.

¿Se pueden recuperar estas historias pensándolas en un territorio específico?

Ana María lo analiza así: "Es como ponerse a armar una geografía simbólica, un

recorrido que profundice en la mitología de Buenos Aires desde ese lugar. Eso

no tiene la ciudad. Tiene ciertas obras literarias que trazaron un recorrido

simbólico del barrio. Pero no arrancan desde los habitantes originarios. Por

algo no está en las principales obras literarias. No lo pudimos hacer palabra

todavía eso. Es una tarea por hacer".


Dibujo de Daniela Satlari para el libro "Aguas de Puma"

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